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"We’ve shared four years of our lives"

WIL Mendoza

Descripción de la obra

We’ve shared four years of our lives es una obra de danza dirigida y ejecutada por Wilber Mendoza en colaboración con Harumi Gallardo. Basada en la relación personal de ambos bailarines, la obra expone los distanciamientos y acercamientos que han tenido a lo largo de cuatro años. Con un toque melancólico, ambos seres se preparan para un distanciamiento espacial bastante incierto.

Coreografía: Wil Mendoza

Bailarines: Harumi Gallardo y Wil Mendoza

Música: Everybody loves somebody - Dean Martin, Sagarra Jo ! - Kalakan, Couples i - Ran Bagno.

Duración: (en proceso).

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Sobre el artista

Arturo Wilber Mendoza Chávez (Wil Mendoza)


Bailarín y creador interdisciplinario. Acreedor de una Beca Artística completa, se graduó de la Licenciatura en Danza en la Universidad de las Américas Puebla en México (2020). Estudió el Bachillerato en Artes y Humanidades con especialidad en Teatro en el Centro de Educación Artística “Miguel Cabrera”, en Oaxaca, México (2016).


Fue bailarín en la Compañía de Danza Contemporánea Proyecto: Segundo Piso de 2018 a 2020. Formó parte de los Equipos Representativos Culturales Danza UDLAP (2016-2020), Ballet UDLAP (2017-2019) y Teatro Musical UDLAP (201-2017) en la Universidad de las Américas Puebla.
Wilber se enfoca en prácticas de improvisación y realización de videodanzas. Ha sido parte de festivales y programas intensivos como Gaga Intensive in Barcelona (ESP), Texas Dance Improvisation Festival (EUA), Festival Internacional VideodanzaBA (ARG), Muestra Movimiento Audiovisual y PERFORMÁTICA (MEX).


Su investigación creativa busca cuestionar los roles de género y entender la identidad Queer en el cuerpo a través de aproximaciones lúdicas. En su búsqueda por espacios alternativos, su trabajo ha sido presentado y proyectado en Denton, E.U.A., Buenos Aires, Argentina; Oaxaca, Cholula, Puebla, Guadalajara y la Ciudad de México. México. Es Embajador de medios de comunicación de kNOwBOX dance

Artist statement

Me considero un artista de la danza con influencias interdisciplinarias. Estudié danza como carrera profesional, entrenando en ballet clásico y una diversidad de técnicas y estilos contemporáneos. Las prácticas de improvisación y los recursos multimedia son fundamentos clave en mi trabajo- Como artista, tengo el compromiso de mantenerme activo en los movimientos sociales y alzar mi voz usando el lenguaje dancístico.

 

Mi expresión creativa está basada en la investigación de movimiento, la cual investiga profundamente en la singularidad del cuerpo humano. Intento eliminar las barreras e imposiciones sociales en los cuerpos: roles de género, jerarquías sociales y estándares de belleza. Con esta investigación busco entender el comportamiento humano en la sociedad contemporánea, y más específicamente, en la cultura mexicana.

 

Para mí, el arte es el camino a un mundo menos violento. A través de mi trabajo, invito a las personas a mirarse a sí mismas en un estado vulnerable, reconociendo las herramientas que las prácticas de movimiento pueden ofrecer y qué tan conectados estamos con los otros. Los resultados de mi trabajo demuestran nuestras debilidades y fortalezas, y generan empatía con las personas que nos rodean.

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Sobre el equipo

Barilarín y coreógrafo interdisciplinario. Se especializa en prácticas de improvisación y producción de videodanzas.

Es egresado de la Licenciatura en Danza de la Universidad de las Américas Puebla, donde recibió una Beca Artística Completa.

Fue bailarín con Proyecto: Segundo Piso de 2018 a 2020. Trabajó con coreógrafos nacionales e internacionales en giras locales y nacionales.

Ha bailado y presentado su trabajo coreográfico y de videodanza en Argentina, EUA, México y en plataformas online.

Fue parte de Gaga Intensive in Barcelona (España, 2019) y Texas Dance Improvisation Festival (EUA, 2019) y PERFORMÁTICA (México, 2018).

Es Embajador de medios de comunicación en kNOwBOX dance.

Wilber Mendoza

Coreógrafo y bailarín

Lic. Harumi Gallardo

Bailarina

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Egresada de la Licenciatura en Danza de la Universidad de las Américas Puebla (2019), fue beneficiaria de la Beca Artística Completa. Fue intérprete y coreógrafa de danza, teatro y teatro musical en las producciones UDLAP.

Ha participado en festivales internacionales como Texas Dance Improvisation Festival, World Dance Alliance y Festival of Latin American Contemporary Choreographer (EUA). También fue parte de: Encuentro Nacional de Danza, Festival Eraitzicutzio, Festival Angelopolitano de Danza, Performática y Rizoma, en diferentes ciudades de México.

Ha colaborado con los artistas Gabriel Nieto y Fabiola Guillén, y con las agrupaciones Ranas de Laboratorio, So Def Nation y The Max Improv México.

Actualmente es bailarina en Proyecto: Segundo Piso y en la Compañía de Contemporáneo CESS, en Puebla.

Entrevista al artista

por Denise Águila

D: ¿Qué es lo que te hace regresar al estudio a crear/bailar día tras día?

W: Todos los días necesito mi dosis de movimiento. Con los años he ido aprendiendo a escuchar lo que mi cuerpo y mi mente necesitan, y lo que necesitan es esto: movimiento. Me levanto y vengo al estudio porque es una experiencia sensacional. Compartir este espacio con amigos, conocidos, extraños, con quien sea. Para mí estar bailando con alguien es poder crear vínculos sociales en un espacio seguro, de vulnerabilidad, de aprendizaje y de colaboración.

 

En cuanto a la creación, regreso porque no sé lo que hago. La mayor parte del tiempo no sé exactamente qué va a suceder. Los trabajos creativos que dirijo surgen por cosas que me pasan en la vida, cosas que veo día a dia en la calle, preguntas que he tenido desde hace años y no he podido responder. La duda me mueve, el desconocimiento. No intento encontrar respuestas a mis dudas y preguntas, vengo porque quiero crear alternativas- Con la danza descubro un montón de cosas que no podría conocer si no me moviera.

 

El entrenamiento dancístico que he tenido ha sido muy difícil para mí, todos los días tengo un montón de retos con mi cuerpo, fuerza, control, flexibilidad, etc. Y lidiar con estos retos me obliga a reflexionar y a apreciar mi esencia única en el mundo. Y de ahí me viene una carga de responsabilidad ¿qué voy a hacer con las herramientas que mi cuerpo me brinda? Por eso creo danza, por eso creo movimiento. Las experiencias de estos procesos me guían a buscar más y a ofrecer más. Este acto generoso y empático es lo que me mueve.

D: ¿Podrías hablar de tu historia como artista? ¿Cómo llegaste aquí? Algo más que tu bio o Cv.

W: Desde que era niño siempre quise hacer teatro. Me gustaba crear historias en mi cabeza, usar mis juguetes y construir escenarios como me lo dictara mi lógica entonces. Después empecé ya formalmente una educación artística y desde entonces he crecido con eso. Al inicio aprendí música y artes plásticas, y cuando entré al CEDART, como a los 15 años, empecé a trabajar con mi cuerpo. Y una vez que empecé a moverme me di cuenta que tenía mucho que aprender de mí, mucho que no conocía de mí y mucho que podía hacer con mi movimiento y voz.

 

Además, el tiempo en el CEDART fue maravilloso, era una etapa donde todos los días cuestionábamos nuestra propia existencia. Era estar investigando y explorando en un exconvento (ahí está el CEDART), leer historia e historias y crear la nuestras. En el CEDART aprendí a colaborar con otras voces, con otras visiones. También éramos muy activos políticamente. Nos metíamos en todo, nos enfurecíamos con las injusticias, nos manifestamos, usábamos nuestras voces para procurar el bien social. Ahí aprendí, con mis compañeros, que todas las voces tienen derecho a ser escuchada, y que mi voz como artista es para ser compartida, para generar cambio, para detonar que más voces se alcen.

 

Y estos últimos cuatro años estudiando danza me han dado la oportunidad de conocerme, de ordenar mis ideas, de conectarme conmigo mismo. Y principalmente he direccionado mi trabajo hacia procesos más específicos. El uso de materiales audiovisuales me da acceso a un mundo virtual lleno de alcances y distorsiones de la realidad que no son posibles de otra manera.

 

Esta es mi historia como artista, hasta ahora. Voy construyéndola, con muchos experimentos, muchos descubrimientos de mi cuerpo, de la vida, de los demás. Pero sobre todo, en este momento tengo más preguntas que otra cosa. Mi cabeza está llena de duda, curiosidades, cosas que quiero saber y que espero saber.

D: ¿Podrías hablar sobre tus influencias y/o la inspiración para esta obra?

W: En cuanto al contenido de la obra, está basada en la relación que Harumi y yo hemos tenido en estos cuatro años. Compartimos mucho y aun así seguimos buscando cada quién su camino. Hemos tenido días llenos de pláticas y reflexiones, recordando y reflexionando acerca de nuestra existencia en el mundo y cómo eventualmente dejaremos de estar tan cerca como ahora.

 

Aunque empezamos usando el espacio y nuestro desplazamiento en él, ahora la obra se enfoca en la distancia entre nosotros, que se acorta y se alarga. Y de estas distintas y variadas distancias surgió el movimiento.

 

En lo personal siempre trabajo con encontrar texturas y contrastes en el movimiento. Estuvimos trabajando en encontrar la suavidad y delicadeza en nuestros cuerpos en movimiento, entre otras texturas. Y esto está basado en las prácticas del lenguaje de movimiento Gaga.

D: ¿Cuál fue la metodología que empleaste en tu trabajo creativo?

W: Empezamos hablando mucho. Hablábamos sobre las experiencias que hemos tenido estando fuera de Puebla, siendo los “foráneos/extranjeros”. Estás pláticas se convirtieron en un tipo de archivo verbal. Recodábamos muchas cosas que habíamos hecho juntos y también relacionábamos los efectos de la distancia en nuestra relación.

Durante estos días también íbamos al estudio. Y me gusta trabajar en condiciones lúdicas (o juguetonas) que nos permitan probar todo lo que queremos probar sin miedo y sin decepciones. Bailábamos con las luces apagadas, con el flash de los celulares, con Vivaldi de fondo, techno, música sudamericana, de todo. Nos permitíamos viajar todo lo que necesitáramos.

Cada semana yo generaba una frase y la probábamos de diferentes maneras. Los dos juntos en unísono, Harumi sola, yo solo, uno después del otro, en espejo, etc. Y también probábamos diferente música. Llegamos a hacer una pequeña compilación de varias secciones.

Al final, lo que hicimos en estos casi 4 meses, es llevar al nuestro lenguaje dancístico, las experiencias que hemos tenido durante casi 4 años.

D: ¿Podrías hablar sobre tu elección musical para esta obra? ¿Por qué esas canciones y cómo trabajas con cada una?

W: Pues probamos bastante música, pero básicamente la selección se basó en varias escenas un tanto cinematográficas que habían rondado en mi cabeza desde hace un año. Tenía muchas ganas de probar contrastes entre momentos de euforia y el bajón que viene después. Y la música nos funcionaba como una segunda voz. Mientras nosotros bailamos algo, la música dice lo contrario, pero eso hace una armonía agradable. Y también usamos algunos tracks para ambientar o para conectarnos rítmicamente.  

D: ¿Tienes en mente algún vestuario y/o maquillaje?

W: No tengo nada definido aún. Me gustaría poder usar ropa cómoda, como algo que usaríamos para tomar clase. Siempre nos hemos sentido cómodos estando juntos y creo que esta no debería ser la excepción. Quizás solo evitar que se vean estampados, marcas o cosas así.

En cuanto a maquillaje, nos encanta usar mucho, así que seguro usaremos mucho. Y probablemente un peinado cómodo pero elegante.

D: ¿Qué es lo que quisieras decir con tu coreografía? ¿Para qué/para quién/por qué existe tu danza?

W: Hago esta obra porque nosotros vamos a dejar de estar juntos en poco tiempo y descubrimos que el tiempo se va muy rápido, lo disfrutes o no. Así que queremos disfrutar este tiempo en el que aún nos podemos tocar, antes que haya mucha distancia entre nosotros.

We’ve shared four years of our lives existe porque queremos que quienes nos vean piensen en esas personas con las que compartieron algo especial y que la distancia o el tiempo cambiaron esa relación. Muchos jóvenes de nuestra edad, en los 20’s pasan por lo mismo, entre mudanzas, trabajos, universidad, se separan de personas que quieren. Y muchos adultos ya no recuerdan que hay personas a las que quisieron como nosotros nos queremos.

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